Desde TEDIC desarrollamos la campaña contra el ciber-acoso: Tecnologías para resistir la pornografía no consentida, con el apoyo del fondo Equal Rights Trust cofinanciado por la Unión Europea y ejecutado en Paraguay en alianza con diferentes organizaciones nacionales y regionales.
Si no estamos unidas, no podremos contra el ciber-acoso, esa es nuestra consigna de trabajo para la campaña contra la distribución y almacenamiento no consentido de imágenes íntimas y contenido, también conocido como pornografía no consentida. Hoy en día, podemos percibir que el incremento en la violencia en línea dirigida hacia las mujeres está más signada por la extorsión y sexualización de las amenazas, utilizando los cuerpos como una moneda de “canje” y manipulación con fines abusivos.
Dentro de las actividades realizadas durante la campaña, se ha trabajado con la coalización de organizaciones Igualdad de Género Sí, la cual anida a más de 30 grupos de trabajo dentro del país, que abarcan diferentes temáticas como juventudes, mujeres rurales, campesinas e indígenas, entre otras; también junto con la iniciativa regional Acoso.online, con la colaboración del Consultorio Jurídico Feminista como parte de las actividades enmarcadas en el Día Mundial de las Mujeres enfocado a personas activistas y también organizadoras del Paro Internacional de Mujeres – Paraguay.
También se realizaron capacitaciones junto a padres y madres de familia del Colegio Estado de Israel para concientizar sobre herramientas y mecanismos para prevenir y hacer frente a la distribución de imágenes y contenido íntimo no consentido. Consideramos de vital importancia trabajar de la mano también con padres y madres ya que muchas veces los y las menores de edad no cuentan con los mecanismos de acceso a herramientas a la justicia.
En total hemos capacitado a 30 personas en el marco de estas actividades en buenas prácticas de cuidado digital, ya que consideramos que la primera instancia para enfrentar la pornografía no consentida es conocer los mecanismos judiciales y comunitarios, y también saber que no se está solo/sola.
La responsabilidad – porque no hablaremos de culpas – nunca es de la víctima, sino de quien o quienes distribuyen, extienden y comparten el contenido. Sin embargo, también es importante resaltar que las medidas de auto-cuido que tomemos con respecto a nuestros datos personales son parte de una corresponsabilidad y aprendizajes que pueden ser compartidos entre compañeros y compañeras, y creemos que a partir de la formación en buenas prácticas de cuidado es que podemos enfrentar de una mejor manera estas situaciones de violencia.
Para más información sobre el trabajo que realizamos de manera colectiva, pueden acceder a las páginas sobre materiales de cyborfeminista, acoso.online y el Consultorio Jurídico Feminista.
