Desde TEDIC nos sumamos a la campaña global Free the nipple (Liberen el pezón) en el marco del 25N, día internacional para la eliminación de la violencia hacia la mujer. Con ello buscamos manifestarnos contra el discurso de “doble moral” que imponen las redes sociales comerciales a los cuerpos de las mujeres.
Incorporamos la campaña Free the nipple a nuestro proyecto “La violencia digital es real” que busca ayudar a las mujeres y cuerpos disidentes a identificar y nombrar la violencia digital de género. Entendemos que este tipo de violencia, es la continuación de la violencia estructural y patriarcal del mundo fuera de línea.
Con esta campaña buscamos la igualdad de derechos: la censura de los pezones femeninos también es discriminatoria por razón de género, pues da lo mismo que haya una glándula más o menos voluminosa. Lo que hace la diferencia es quién porta el pezón, si es un hombre está permitido y si es una mujer no. Además, los pezones y las glándulas mamarias no son órganos sexuales, sino que sostienen una vida humana en la edad temprana.
El cuerpo de las mujeres y la disidencia
Free the nipple es un grito de igualdad corporal nacido en la era de Instagram (IG), hace apenas una década, aunque viene conectada de otras históricas luchas tales como “Haz el amor y no la guerra” o “el voto de las mujeres”. Todo surgió a partir de la censura de las imágenes de los pezones femeninos de manera explícita en la película de la cineasta Lina Esco en IG. La película Free the nipple cuenta la historia de las mujeres que desafían las leyes de censura de Estados Unidos, al ir en topless y pantalones vaqueros luchando por la igualdad.
Así, en 2013, nace la campaña liderada por Lina Esco, a partir de la cual las activistas, artistas y defensores utilizaron el hashtag por primera vez y lo volvieron viral. Desde entonces el hashtag #FreeTheNipple fue bloqueado en Instagram. La creatividad logró que la campaña no se detenga y actualmente se utilizan otros hashtag para visibilizar esta censura: #FreeTheNippple (con triple p), #FreeTheNipple2021 (se incluye el año), entre otros. Sin embargo, las personas que resisten utilizando el hashtag original y continúan levantando imágenes de pezones femeninos, han experimentado un aumento en la eliminación de sus publicaciones, así como la desactivación de cuentas por parte del gigante de las redes sociales.
Actualmente los cuerpos desnudos y semidesnudos de las mujeres se consumen en gran medida como erótica y pornografía en nuestra sociedad. La razón principal de esto, es que dichas representaciones ocurren a pedido de la audiencia masculina, por placer sexual, y además la forma en que se representan están fuertemente controladas por la audiencia masculina. Así, hasta que la representación sea bajo la mirada masculina y se adapte a su agenda, la exposición es fina e incluso deseada, pero cuando las mujeres optan por exponer sus cuerpos a su antojo, de repente se convierte en la mayor amenaza para la sociedad humana. Cuando los cuerpos de las mujeres se utilizan para otros fines diferentes al consumo masculino, se consideran un acto de indecencia que debe ser castigado o disgustado.
Esto explica por qué la historia de la liberación de los pezones de los hombres tiene una vigencia de casi 90 años a diferencia de las mujeres. La exposición de los pezones de los hombres tuvo una importante resistencia y persecusión durante los años 30. Todo estalló cuando 4 hombres fueron arrestados por sacarse la camisa en una playa de Coney Island, Nueva York. Luego la resistencia se replicó en otras ciudades en Estados Unidos, hasta que en el año 1936 se empezó a reconocer que los pezones de los hombres ya no eran obscenos socialmente.
Que las mujeres aún no podamos liberar los pezones, es en gran medida porque nuestros cuerpos siguen siendo sexualizados. La campaña Free the nipple es un declaración política: una reivindicación de los derechos corporales de las mujeres, y una lucha contra la violencia digital impuesta por las grandes empresas de tecnología.
Esta campaña global invita que esta idea “radical” se debata públicamente, ya que la principal causa de esta situación controversial es porque no se ha puesto en la agenda mediática y sobre todo que la discusión no ha incluido la óptica de los derechos de las mujeres.
A nivel nacional, la campaña se inspiró en la propuesta artística denominada «Tits» del año 1976-80 de la diseñadora británica Vivienne Westwood. La misma consistió en estampar remeras con pezones femeninos de 3 voluntarias paraguayas en blanco y negro. Las tomas fueron realizadas por la fotógrafa y feminista Laila Tellechea y adaptados por la artista visual Jessica Rivas Vierci. El tono blanco y negro del estampado puesto en contraste con otros colores evita en muchos casos que los algoritmos de Instagram detecten y censuren dichas imágenes de forma automática. La primer edición de las remeras de la campaña Free the nipple ya están agotadas.
Existe un gran desafío aún para que la campaña tenga el impacto que buscamos. El cambio cultural tiene su proceso de transformación. Como primer paso debemos aceptar y reconciliarnos con nuestros cuerpos desnudos, amar todo lo que nuestro cuerpo posee, sentirnos cómodas rodeadas de otras mujeres en topless. Nuestra primera lucha es con nosotras mismas. Debemos ganar esta batalla primero si alguna vez soñamos con alcanzar este meta que los hombres ya lo alcanzaron hace 90 años atrás.