Consentimiento y cifrado de las comunicaciones, claves para un sexting seguro

La práctica del sexting – enviar contenido erótico como fotos o videos íntimos a través de nuestros celulares – es común, es masiva, es normal, y por sobre todo, divertida. Pero como toda actividad, sin seguridad, tiene muchos riesgos. Este fue uno de los muchos temas que discutimos en el encuentro feminista de AWID en Bahia, en el que tuvimos la suerte de participar. A partir de eso, decidimos aplicar lo aprendido en Paraguay. Así armamos el taller “Sexting: Placer seguro en Internet“, con el apoyo de Café Consulado, para compartir algunas recomendaciones y herramientas de cómo cuidar nuestras comunicaciones a la hora de sextear, que resumimos a continuación.

Primeramente, para hacer sexting deben haber consentimiento y acuerdos previos. Una debe querer hacerlo por gusto, por decisión propia y no por presión. El sexting, más allá de la práctica, es un ejercicio del derecho a la libertad de expresión, los derechos sexuales y reproductivos, además de ser una forma de auto-determinación y de desafiar las convenciones del machismo sobre cómo deben ser nuestros cuerpos y cómo debemos disfrutarlos. 

También, tiene que quedar claro con la persona o personas que las que se compartirá contenido íntimo el medio por el cual se realizaría esto, qué se hará con las fotos o vídeos una vez compartidos y cuáles serán los límites de la práctica.

Segundo, es crucial cuidar las comunicaciones con chats seguros. Siempre existe el riesgo de lidiar con personas mal intencionadas que pueden utilizar lo que compartimos para extorsionarnos o manipularnos. También, nuestros celulares pueden ser robados o extraviarse, con todos los archivos que guardemos allí. Finalmente, la vigilancia es un peligro muy real. Tanto compañías telefónicas, como los servicios que usamos en nuestros teléfonos, o el gobierno pueden vigilar nuestras comunicaciones y acceder a todo lo que circule en ellas.

Idealmente, una app de mensajería segura debe reunir las siguientes características: software libre (cliente/servidor), autodestrucción y borrado de mensajes, cifrado interno, cifrado de principio a fin, bloqueo para hacer capturas de pantalla. Hasta el momento, no encontramos una app de mensajería que cumpla con todos estos requisitos. Pero sin dudas, Signal es la más segura de todas, seguida por Telegram (ambas se pueden encontrar instalar fácilmente en los celulares bajándolas del app store). Por lo contrario, Snapchat y Whatsapp son las apps más inseguras para compartir contenido íntimo, al igual que Facebook Messenger, iMessage o los SMS. ¡No los uses si querés cuidar tu privacidad! Nunca 🙂

También es importante anonimizar nuestra identidad. Si no estás del todo segura sobre el receptor de tus mensajes, usá Obscuracam o Send Reduced para pixelar partes de tu cuerpo o el espacio donde te tomás las fotos que puedan identificarte: rostro, tatuajes, lunares, muebles, etc. Además, ambas aplicaciones te permiten borrar los metadatos de la foto o video. Los metadatos son la información sobre el contenido, como por ejemplo, hora que te tomaste la foto, con qué cámara lo hiciste, en dónde. Esta información puede ser comprometedora y ayudar a identificarte. Borralas para anonimizar efectivamente tus mensajes.

Seguiremos haciendo estos talleres en los próximos meses, asi que estate atenta para participar de alguno de ellos. Más información podés encontrar en nuestra presentación. También podés visitar www.genderit.org o www.codingrights.org/manda-nudes, ambas iniciativas de grupos de mujeres colegas a quienes admiramos y que inspiraron este taller y los que vendrán.