Conectividad y apropiación digital para la resiliencia climática en zonas rurales

Como demuestran las cifras, cuando hablamos de crisis climática, ni las responsabilidades ni las consecuencias se reparten por igual. Las personas y países más empobrecidos son las que más están sufriendo esta crisis, pese a ser precisamente las que menos responsabilidad tienen. Esta crisis ha sido provocada por el desarrollo industrial de los países desarrollados, en primer lugar, y desplazada a países periféricos al descolocar las cadenas de producción.

En este contexto, la justicia climática se remite fundamentalmente a prestar atención a cómo el cambio climático impacta a las personas de manera diferente, desigual y de forma desproporcionada, así como a remediar esas injusticias de manera justa y equitativa. Sus objetivos son reducir la marginalización, la explotación y la opresión, y reforzar la equidad y la justicia. En otras palabras, la justicia climática reclama sobre las formas reduccionistas de ver el problema del calentamiento global como una cuestión científica o meramente económica, y lo reubica en lo moral y en las preocupaciones de justicia. En ella, por cierto, el feminismo interseccional juega un papel fundamental, pues permite fijar la atención en las relaciones de poder que confluyen en las afectaciones de la crisis climática y ecológica, siendo el género, la raza, la clase social y otras jerarquías sociales claves para el análisis de la justicia climática.

Este documento tiene como objetivo comprender cómo la transición digital, en un contexto de transiciones gemelas, debe pensarse desde la justicia climática porque, en caso contrario, los más rezagados de la digitalización que, además, son los que más sufren los embates de la crisis climática y ecológica, serán de nuevo olvidados.

Autora: Paz Peña O. – Instituto Latinoamericano de Terraformación

Esta investigación fue elaborada por TEDIC en el marco del proyecto financiado por la organización Association for Progressive Communications (APC)