Flyer con el texto: "Si las tecnologías están diseñadas por y para hombres blancos, ¿cómo nos incluyen a nosotras? Spoiler: No nos incluyen. Por eso necesitamos más mujeres y disidencias en la creación e imaginación tecnológica."

Feminismos y tecnologías: pensar lo digital desde el sur

Cuando pensamos en “tecnología”, muchas veces imaginamos cables, pantallas y grandes centros de datos. Rara vez pensamos en nuestros cuerpos, en nuestros territorios o en la historia de lucha de los feminismos. Sin embargo, en nuestra nueva investigación invitamos a mirar el mundo digital desde otro lugar: uno donde lo técnico también es político, y donde lo feminista es profundamente tecnológico.

Desde TEDIC y la Asociación de Investigadoras Feministas del Paraguay (APIF) lanzamos Feminismos y tecnologías: una investigación exploratoria desde Paraguay, un trabajo que parte de una pregunta tan importante pero poco explorada: ¿cómo se cruza la experiencia feminista con el mundo de la tecnología en un país como el nuestro?

Lo personal es político… y también digital

A lo largo de décadas, los feminismos han cuestionado las estructuras de poder que organizan nuestras vidas. Esta vez, el foco está puesto en las tecnologías: cómo se diseñan, quiénes las piensan, desde qué lugares, y qué desigualdades reproducen o podrían transformar.

Esta investigación nos muestra que pensar en tecnologías desde una perspectiva feminista implica repensar las relaciones de género, clase, raza y poder que atraviesan tanto los dispositivos que usamos como las formas en que los usamos. La tecnología no es neutral. Y por eso, es urgente disputar su diseño y su desarrollo.

¿Por qué esta investigación es importante?

En Paraguay casi no existen estudios que vinculen feminismos con tecnologías desde una mirada crítica e interseccional. Y porque, aunque muchas veces parezca que hablar de “tecnología” es solo para ingenieros u hombres “expertos”, lo cierto es que todas y todos vivimos atravesadas por sus efectos. Desde cómo nos comunicamos hasta cómo trabajamos, criamos o resistimos.

Las autoras –Montserrat Fois, Verónica Villalba y Jazmín Sánchez– proponen una mirada desde el sur global que visibiliza algo fundamental: la tecnología no solo importa, también se habita, se cuestiona y se resignifica desde nuestros territorios.

¿Cómo se hizo esta investigación?

Este estudio fue realizado combinando una revisión teórica y documental con entrevistas a personas representantes del campo feminista y tecnológico de Paraguay. Se realizaron entrevistas semiestructuradas a activistas, académicas y profesionales del ámbito tecnológico. Las entrevistas no solo brindaron insumos para el análisis, sino que también funcionaron como una forma de reconocer, validar y visibilizar saberes situados que rara vez son parte de las conversaciones sobre tecnología.

Además, se realizó un mapeo de iniciativas, colectivos y experiencias que articulan género y tecnología desde el activismo, la educación, la producción técnica o la defensa de derechos digitales. La investigación no buscó agotar el tema, sino abrir un camino para futuras sistematizaciones, investigaciones y articulaciones.

¿Qué aporta una mirada feminista?

Una mirada feminista e interseccional sobre la tecnología nos permite:

  • Cuestionar la idea de que el acceso tecnológico basta si no se discuten las condiciones de desarrollo y uso.
  • Identificar cómo las tecnologías actuales reproducen desigualdades de género, raza y clase.
  • Reconocer la importancia del conocimiento situado y las experiencias locales frente a una mirada tecnocrática o extractivista.
  • Plantear alternativas desde la colaboración, la autonomía tecnológica y la justicia social.

Resistencias que ya existen

La investigación también recupera las voces de mujeres y diversidades que ya están disputando el territorio tecnológico en Paraguay y la región: desde las comunidades campesinas que crean redes agroecológicas, hasta activistas digitales que enfrentan la violencia en línea, pasando por científicas y técnicas que desafían la brecha de género en ciencia y tecnología.

En un contexto político y económico hostil, donde las políticas públicas avanzan poco en temas de inclusión digital, estas resistencias cobran más fuerza y sentido que nunca. Como señala el estudio, “las tecnologías digitales no son ajenas al cuerpo, ni a la tierra que habitamos”.

Desde Paraguay, para el sur global

Uno de los aportes más valiosos de este trabajo es la capacidad de conectar lo local con lo regional y lo global. Desde la noción de cuerpo-territorio hasta la crítica a la colonialidad del poder y su nueva versión: la colonialidad tecnológica, el documento se convierte en una herramienta teórica y práctica para pensar la soberanía digital desde una perspectiva feminista y latinoamericana.

Además, la investigación propone algunos caminos por seguir transitando o explorar:

  • Fortalecer redes entre organizaciones feministas y tecnológicas.
  • Impulsar políticas públicas con enfoque de género en el ámbito digital.
  • Crear repositorios tecnofeministas de acceso abierto.
  • Desarrollar investigaciones colaborativas sobre sesgos algorítmicos.
  • Fomentar campañas de comunicación que promuevan la justicia digital.
  • Invertir en educación tecnológica con perspectiva de género.

Hallazgos que abren preguntas

Entre los hallazgos más importantes se destacan:

  • La ausencia de políticas públicas con enfoque de género en el ámbito tecnológico.
  • El escaso acceso de mujeres y diversidades a carreras y espacios vinculados al desarrollo tecnológico.
  • La invisibilización del trabajo de activistas, técnicas e investigadoras en el campo de la tecnología.
  • La necesidad de producir conocimiento desde el sur, que dialogue con experiencias y resistencias locales, lejos de los modelos importados y extractivistas.

También se visibiliza que, aunque las experiencias tecnofeministas en Paraguay existen, muchas veces no se nombran como tales. Eso nos invita a reconocer que el cruce entre feminismos y tecnologías no siempre es explícito, pero sí constante, diverso y en expansión.

¿Qué sigue?

Desde TEDIC creemos que este estudio es apenas un punto de partida. Un llamado a seguir tejiendo redes, construyendo tecnologías más justas y repensando nuestros vínculos con lo digital. Porque no queremos más tecnologías que reproduzcan las desigualdades y violencias que combatimos todos los días. Queremos tecnologías pensadas desde el cuidado, la autonomía y la transformación.

Podés leer el informe completo en nuestra web y compartirlo con tu comunidad. Porque cuando hablamos de tecnología, también estamos hablando de derechos, de justicia y de futuros posibles.