Cada 25 de noviembre, las acciones colectivas de mujeres son objeto de expectación en todo el mundo, ya que se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Este día sirve para denunciar las distintas formas de violencia, exigir políticas para su erradicación y, ante la urgente necesidad de una transformación cultural, recordar a las sociedades la importancia de eliminar los estereotipos y discriminaciones de género que constituyen la base del mandato patriarcal. Como cada año, desde TEDIC participamos en las asambleas de organización de la marcha como de otras instancias de discusión y activismo para el reconocimiento de que #LaViolenciaDigitalEsReal.
De la idea a la acción: diseñanado juntas y organizadas la marcha contra la violencia de género en Paraguay
Desde mediados del año, hemos participado de las reuniones de la Plataforma de Mujeres Feministas, una coalición social donde se encuentran mujeres tanto urbanas como rurales. Durante estos encuentros, dedicamos tiempo a analizar y debatir las diversas formas de violencia que se manifiestan en territorios campesinos, indígenas, urbanos Desde TEDIC profundizamos la discusión sobre las formas en que la violencia de género se reproduce en entornos digitales, así como las complejidades y desafíos que enfrentamos en el espacio virtual, entendido como una continuidad del espacio físico.
Además, analizamos la coyuntura política tanto a nivel nacional como regional, con el objetivo de comprender la compleja intersección de factores que impactan directamente en la concesión o restricción de derechos para las mujeres.
En este proceso de preparación, hemos construido, por un lado el significado colectivo de la marcha, y por otro lado, el manifiesto político que surge de las conversaciones mantenidas durante los meses previos. Este manifiesto no solo refleja las luchas históricas de las mujeres en diversos territorios, sino también captura las batallas actuales que enfrentamos.
La previa a la marcha: seguimos apoyando a Belén Whittingslow
Más allá de las reuniones organizativas de la marcha, en los días previos al 25 de noviembre, organizamos una minga en la que, con la ayuda solidaria de voluntarias, preparamos carteles y materiales para una acción directa en defensa de Belén Whittingslow. Belén denunció acoso sexual por parte de su profesor en la Universidad Católica de Asunción, Cristian Kriskovich, y actualmente se encuentra refugiada en Uruguay tras afirmar haber sido objeto de persecución judicial por parte de su agresor. Desde TEDIC seguimos apoyando este caso a nivel internacional mediante el litigio estratégico presentado junto a CEJIL, y, a nivel nacional, llevamos la voz y los reclamos de Belén allí donde ella no puede estar presente.
El día D: marchamos juntas y alzamos la voz contra la Violencia Digital
El día de la marcha, nos congregamos en la Plaza Uruguaya. A medida que las mujeres iban llegando, se llevaron a cabo diversas intervenciones artísticas temáticas enfocadas en la concienciación, resistencia, lucha y visibilización de las distintas formas de violencia. Desde TEDIC y con la ayuda del equipo de voluntarias, realizamos una acción directa en forma de performance. En esta intervención, denunciamos el caso de Kriskovich, el docente acosador y agresor de Belén, como un ejemplo que posiblemente represente muchas situaciones invisibilizadas de abuso de poder entre docentes y estudiantes, facilitados por la tecnología. Además, resaltamos la falta de protocolos de intervención en casos de acoso sexual.
Tras finalizar la intervención artística, proporcionamos un buzón para que las personas dejaran mensajes de solidaridad con Belén. Numerosas compañeras participaron escribiendo cartas, deseando que pronto regrese a Paraguay y pueda vivir en paz. Además, distribuimos Kits de seguridad digital y autocuidado contra discursos de odio, producido desde una perspectiva feminista, una colaboración con Hiperderecho y Luchadoras.
Estos kits incluyen estrategias de activistas feministas para enfrentar los discursos de odio en plataformas digitales, compilando diversas voces y experiencias de resistencia y acciones colectivas en línea.
La Violencia Digital es Real
Al caer la tarde, dimos comienzo a la marcha partiendo desde la Plaza Uruguaya hasta llegar a la Plaza de la Democracia. La manifestación fue verdaderamente multitudinaria, con cientos de mujeres campesinas, urbanas e indígenas desafiando aquello que históricamente nos ha sido negado: el espacio público. Desde TEDIC nos unimos a la marcha bajo el grito de «La Violencia Digital es Real», denunciando que las formas de discriminación de género en línea incluyen amenazas, ciberacoso, suplantación de identidad y divulgación no consensuada de imágenes íntimas, entre otras. Así, la violencia digital refleja los mismos problemas sociales que existen en entornos no digitales y se extiende más allá de la red, afectando directamente el cuerpo y la salud mental de las personas que la sufren.
Al alcanzar la Plaza de la Democracia, mujeres de cada sector de la plataforma feminista dieron lectura al manifiesto político, marcando así el cierre simbólico de la marcha. En este punto, se llevaron a cabo actuaciones artísticas y la celebración denuestra resistencia colectiva.
Seguimos en la lucha más allá del 25N
Además de nuestra participación en iniciativas en el marco de efemérides relacionadas con la lucha por los derechos de las mujeres, desde TEDIC trabajamos temas de violencia digital de género a lo largo de todo el año. Desarrollamos campañas de comunicación, incidencia, investigaciones, talleres, entre otras actividades. Como respresentantes de la sociedad civil, ocupamos un lugar destacado la Mesa de Prevención de la Violencia contra la mujer (PREVIM). En esta mesa participamos desde el 2019 y reactivamos nuestro compromiso desde este 2023, porque es crucial mitigar la violencia hacia todas las mujeres desde una mirada integral.
En este y otros ámbitos, nuestro objetivo es influir en las políticas públicas contra la violencia digital, adoptando una perspectiva interinstitucional de prevención y mitigación. Nos enfocamos no solo en un enfoque punitivo, sino en la construcción de estrategias que aborden de manera integral este fenómeno.
Para nosotras, enfrentar la violencia de género también implica examinar situaciones que aún permanecen ocultas o desatendidas, como la violencia digital de género, es decir, la reproducción de la cultura machista en entornos digitales, que incluso se intensifica mediante el uso de tecnologías de la comunicación e información (TICs).